Recuerdos de este fusilero by Benjamin Harris

Recuerdos de este fusilero by Benjamin Harris

autor:Benjamin Harris [Harris, Benjamin]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Crónica, Historia, Memorias
editor: ePubLibre
publicado: 1908-01-01T00:00:00+00:00


22

La información que McLauchlan había recabado del teniente Hill corrió rápidamente entre nosotros, y empezamos a ver con más claridad lo terrible de nuestra situación. Los hombres empezaron a murmurar, quejándose de que no se les permitiera dar la vuelta y presentar batalla, maldiciendo a los franceses, y jurando que preferían diez mil veces morir con las armas en la mano y luchando, antes que seguir soportando las fatigas del camino. Los Fusileros íbamos en retaguardia en ese momento, siguiendo a la parte del ejército que avanzaba hacia Vigo, mientras que el resto de las tropas británicas iban por la carretera principal a La Coruña, seguidas de cerca por el enemigo, que las debía de estar hostigando, a juzgar por el continuo retumbar de cañones y el estrépito de mosquetería. Craufurd parecía oler la batalla desde lejos, con sentimientos encontrados. En ocasiones, cuando el distante clamor se tornaba más preciso, nos hacía detenernos unos minutos, y su rostro, vuelto en la dirección del ruido, parecía iluminarse y volverse menos ceñudo. En verdad, en esos momentos, hasta el último desdichado aferraba su arma con mano más firme y anhelaba ponerle la vista encima al enemigo.

No tardamos mucho en ver cumplido ese deseo. Esa noche, la caballería enemiga nos iba pisando los talones, y tras atravesar a la carrera un pueblo cuyo nombre ahora no recuerdo[76], paramos para hacerles frente. Los Fusileros nos parapetamos tras carretones y carretas desvencijados, grandes troncos y todo lo que pudimos reunir, y abrimos fuego contra la caballería que cargaba. Los moradores del lugar, arrancados al reposo de forma súbita, se encontraron con el pueblo casi en llamas por nuestras continuas descargas; medio enloquecidos por el estruendo, salieron corriendo de sus casas a los gritos simultáneos de «¡Viva l’Englisa!» y «¡Viva la França!». En su sobresalto, hombres, mujeres y niños intentaron huir a campo abierto.

Pasamos así enzarzados la noche entera, haciendo todo lo posible para no ceder terreno, junto con el 43.º Regimiento de infantería ligera, el 52.º, una parte de la Legión Alemana, parte del 10.º de Húsares, y el 15.º de Dragones. Hacia el amanecer, nos replegamos hacia un puentecito, perseguidos de cerca todavía por el enemigo, a quien sin embargo le habíamos dado lo suyo, forzándolo así a poner más cautela en sus esfuerzos. Recuerdo que esa mañana llovía a mares, y que nos pasamos horas de pie, frente por frente con la caballería francesa, terciadas las armas y con el agua chorreando incluso de los cañones de los fusiles. No recuerdo haber visto un solo regimiento de infantería ese día entre las fuerzas francesas; parecía ser sólo un enorme cuerpo de caballería —algunos dijeron que podían ser hasta nueve o diez mil hombres—, al mando, según me dijeron, del general Lefebvre.

Recuerdo que mientras permanecimos así, cara a cara, los jinetes enemigos no nos quitaban ojo de encima, pendientes del menor descuido nuestro para abalanzarse sobre nosotros como bestias de presa; cada tanto, sus trompetas hacían sonar enérgicos aires, como para infundirles ánimos. Al



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.